PLAZAS Y PARQUES NATURALES...¿EN VÍA DE EXTINCIÓN?



La era de los parques de caucho


Hubo una vez, imagino, en que no existían los parques infantiles. Había árboles, muchos de ellos, vaya, bosques. Había ríos, piedras, rocas, pinaza, flores, animales saltando de árbol en árbol, o volando por encima de ellos…
Hubo una vez, imagino, en que los parques infantiles tenían suelos de tierra y arena. Había toboganes, columpios, sube-baja, y esos arcos escalera con forma de semi círculo que, si os fijáis, han desaparecido de todos los parques.
Hubo un día en que pavimentaron con cemento todos los parques infantiles. El asfalto es más fácil de mantener que el césped, o que la tierra en la que crecen malas hierbas. ¡Y es mucho más limpio que la arena! Todos sabemos lo blancos que quedan los niños rebozados de arena del suelo…
Pero caer sobre el suelo duro o el cemento… duele.
Así que un día aparecieron suelos de caucho en los parques. Y aparecieron como una solución milagrosa. Amortigua los golpes, no crecen malas hierbas, no hay que regalarlo como al césped, los niños no quedan empolvados de arena, ni sucios de tierra…
Parque de caucho
Pero no deja de ser un paso más hacia la industrialización de la infancia y de sus espacios. Llevamos a los niños a jugar a espacios que, pese no ser asfalto, son suelos derivados del petróleo con pocas posibilidades imaginativas y de juego. Al caucho no se le puede añadir un poco de agua como a la tierra, para hacer ricas
sopas de barro, ni se le puede arrancar unas hierbecitas para añadir fideos a dicha sopa… Ni podemos coger un palito para trazar sobre la arena grandes soles, o enormes barcos en los que navegar, ni escribir nuestras primeras letras en el suelo (ideal para amar la lecto-escritura).
Y por si fuera poco, en verano, cuando el sol abrasa… estás sobre estos suelos respirando un intenso olor a plástico chamuscado por el sol (muy saludable, seguro).
No puedo dejar de repetirme a mi misma que este caucho es de esas ideas que aparecen para solucionar problemas que nosotros mismos hemos creado. Evidentemente los suelos de cemento no son la mejor opción para un parque infantil (os lo digo yo, que Terrícola se rompió un diente al caer sobre el cemento que había debajo un columpio)… ¿Pero porqué quitamos la tierra, la arena y el césped? ¿Por qué se manchaban sus manitas de tierra o la ropa?
parques infantiles 1
¡Pues pongámosles ropas adecuadas para mancharse tranquilamente y reivindiquemos! Reivindiquemos que nos devuelvan parques llenos de tierra y césped, porqué son blanditos, ideales para amortiguar los culetazos, y porqué a los niños que viven en zonas muy industrializadas, lejos de la montaña, les daría la oportunidad de entrar en contacto con espacios más acordes con sus necesidades innatas de tocar tierra, hierba, agua e imaginar infinitos juegos con todo ello.

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